La primavera ya ha llegado oficialmente y con ella la explosión floral en campos y jardines. También es el momento de la floración del aloe vera. En España suele ocurrir por esta fecha debido al clima. Aunque en lo que respecta a la explotación agrícola del aloe vera la flor no es utilizada, vamos a contar algunas peculiaridades sobre ella.
¿Cómo es la flor del aloe?
La flor del aloe nace en el núcleo central de la planta, el tronco de la flor puede superar los 70cm de altura. Este tronco está coronado por la flor propiamente dicha que tiene forma de racimo y está compuesta por pequeñas cápsulas que al abrirse se convertirán en llamativas campanillas. Pueden ser de colores rojizos y amarillentos.
La flor del aloe es un buen indicativo de que la planta ya está en su madurez, lo cual indica que ha adquirido todas sus propiedades, ideal para usarla. Hay que decir que si el aloe está en una maceta y en interior puede que nunca llegue a florecer, en cuyo caso se podrá certificar su madurez cuando haya cumplido los tres años.
¿Qué usos tiene?
Como decíamos, la flor del aloe no es interesante para los agricultores ya que aún no se ha dotado de ninguna utilidad a nivel comercial. Aunque sí es cierto que se van escuchando voces sobre su uso para elaborar té o miel. No obstante, el agricultor procederá a eliminarla para que no consuma energía a la planta. Para ello, solo tiene que tronchar el tronco de la flor, dejar que se seque y podrá extraerla con facilidad.
Así, que actualmente aunque la flor del aloe vera es digna de admiración, en los cultivos agrícolas carece de interés. Habrá que esperar a que avancen los estudios y pruebas con esta parte de la planta para decretar su uso y tener, de esta forma, otro posible producto derivado del aloe vera.
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