aloe veraUna planta de aloe vera está saludable cuando sus hojas tienen un color verde oliva, son turgentes y miran hacia arriba. Para conseguir esto vamos a dar unos consejos sobre el riego para que sepas cuánto regar el aloe vera y el agua más idónea para ello.

No se necesitan muchos cuidados para tener un aloe vera saludable, en este post puedes ver algunos consejos, pero una de las claves es el riego puesto que la humedad es uno de los grandes enemigos de esta planta y sin el agua necesaria tampoco se desarrollaría.

Cuánto regar tu aloe vera

El aloe vera no necesita mucha agua pero los riegos son importantes. Es mejor regarla poco y más a menudo que mucho y menos veces. Lo importante es que la tierra esté completamente seca de un riego para otro para evitar el exceso de humedad.

Hay que tener en cuenta la calidad del agua, igual que con la tierra, el aloe vera sufrirá más si el agua es alcalina, lo ideal es que si tienes una jarra depuradora de agua, la utilices para regar tus aloes.

Otro factor importante es la estación del año. En los meses de otoño e invierno, el aloe puede que solo necesite ser regado una vez al mes. En primavera se verá aumentado a dos veces al mes y en verano cada semana. Todo dependerá de las temperaturas del lugar y de tu aloe vera. Tienes que observarlo y él te dirá lo que necesita.

En zonas cálidas, el invierno lo puede pasar simplemente recibiendo el agua de la lluvia si está al aire libre (a no ser que sea un año muy lluvioso y le cree demasiada humedad que lo pondremos bajo techo) y en el verano tendrá que ser regado con mucho más asiduidad.

En lugares frescos, durante el invierno seguramente tu aloe vera no pueda estar a la intemperie (si lo metes en casa ten en cuenta el calor de las calefacciones) y en verano durará más tiempo sin necesidad de riego.

Otros consejos para el cultivo de aloe vera

También es importante que la tierra en la que está no sea demasiado alcalina y drene bien, que la maceta tenga el tamaño apropiado (con un diámetro aproximadamente a la mitad de la altura de la planta) y que no acumule muchos hijuelos que estén alimentándose de la madre para que ésta pueda crecer y absorber los nutrientes necesarios.

Es bueno trasplantar la planta cuando veas que la maceta se está quedando pequeña y aprovechar para hacer un cambio de tierra con nuevos nutrientes. Es bueno que en la base de la maceta pongas algunas chinas para favorecer el drenaje y a la hora de plantarla no cubras las hojas más bajas para evitar que se pudran si hay exceso de humedad.